Una de las mejores pizzerías de Nápoles se pueden visitar en el Eixample barcelonés. El encanto del sur de Italia es imposible de importar por completo, pero las pizzas han sobrevivido al viaje.
La gran mayoría de trabajadores de ahí son italianos, pero hablan muy bien español y se les entiende. Hay bastante variedad, puedes pedir pizza, pasta o más cosas de la carta. Esta muy bien la calidad y el precio. También hay pizzas sin glúten.
Todos los que trabajan allí son de Nápoles; han contratado pizzeros y camareros experimentados que traen consigo conocimientos técnicos y una despreocupación característica napolitana.
El local, en Consell de Cent, carece de personalidad y tiene aire de reforma rápida; desde fuera podría confundirse con una franquicia de comida rápida. Pero no vas a Da Michele por la decoración. Ve por la pizza. Y la pizza es buena. La harina, el tomate y la mozzarella se importan todas las semanas desde Nápoles.
Así es la madera utilizada en el horno. La masa se fermenta lentamente a temperatura controlada durante 36 horas para que sea sabrosa, elástica y fácil de digerir. Explosionado durante 45 segundos en el horno, es perfecto. La base es el secreto de la gran pizza napolitana y Da Michele lo hace exactamente bien.
Los precios son más elevados que en Nápoles, por supuesto, pero siguen siendo razonables: 8 € por una marinara a 13 € por una pizza frita. El menú también puede ser como en Nápoles: marinara o margherita (9 €) son todo lo que necesitas. Las opciones de postres son limitadas pero lo que tienen es excelente.
La experiencia
Pizzería italiana tradicional, muy rica. El sitio está muy bien si te apetece comer una rica pizza italiana a buen precio. También nos gustaron mucho los entrantes que nos recomendaron.
